Una de las características más interesantes a la hora de elegir un nuevo teléfono móvil, es su cámara de fotos. Estas han evolucionado mucho durante los últimos años, ofreciendo una cotas de calidad que jamás hubiéramos imaginado hace años. Sin embargo, si queremos sacarle el máximo partido, es interesante comprender qué opciones nos ofrece el modo pro de la cámara de nuestro smartphone, puesto que el modo automático, no siempre ofrece los mejores resultados o los resultados que nosotros buscamos.
En esta entrada os queremos mostrar cómo sacar el máximo partido a la cámara de vuestro smartphone, usando el modo profesional, y para qué sirven las diferentes opciones que este incluye.
Cómo activar el modo pro
Lo primero de todo, es acceder al modo profesional de nuestra cámara. Este modo nos permitirá controlar de forma manual, todos los parámetros a la hora de hacer la fotografía.
Para activar el modo pro, tendremos que abrir la aplicación de cámara (obviamente), y buscar el menú de opciones. Esto depende de la marca de nuestro smartphone, pero deberemos buscar algo como Ajustes o Más. En este menú encontraremos una opción llamada Modo Pro. La seleccionamos y ya tendremos acceso a multitud de parámetros de configuración para tomar nuestras fotografías y empezar a usar el modo pro de la cámara del smartphone.
Parámetros que podremos ajustar para mejorar nuestras fotos
Sensibilidad ISO: Esta opción nos ofrece la posibilidad de dar más o menos «luminosidad» a nuestra foto. De modo que cuanto mayor sea su valor, más luminosa se verá la foto, y viceversa. Esta opción es muy útil cuando vayamos a sacar fotografías en lugares con poca luz o una luz muy mala. Sin embargo, no todo es magia, ya que esta luminosidad extra se hace a través de software, y esto trae como consecuencia que si subimos mucho la sensibilidad ISO, la foto se verá con mucho ruido (es decir, pequeños granos que ensuciarán la foto). Personalmente, no recomendamos usar un ISO superior a 1000, salvo que la escena sea realmente oscura y no nos quede más remedio.
Apertura de diafragma: Esta opción no suele estar disponible en todos los móviles, pero hay marcas como Samsung, que optan por añadir una apertura variable de diafragma. La apertura de diafragma, permite regular la cantidad de luz que entra al sensor de la cámara. Cuanto más abierto esté el diafragma, más luz entrará y por tanto mejor se verá la escena. Sin embargo, si hay demasiada luz, querremos cerrar el diafragma, ya que si no, la fotografía puede salir «quemada» (es decir, completamente blanca en algunas zonas, perdiendo toda la información de esa zona). Por lo tanto, combinándola apropiadamente con la sensibilidad ISO, podremos conseguir la luz que queramos darle a nuestra foto.
Además de para controlar la luminosidad de la fotografía, la apertura de diafragma, nos permite controlar el desenfoque del fondo de nuestra fotografía. Un diafragma muy abierto, hará que el fondo se desenfoque más, y un diafragma muy cerrado, hará que toda la escena se vea más nítida sin desenfoque. Esto es el llamado efecto bokeh. Sin embargo, desafortunadamente, aunque el teléfono móvil incluya esta opción, el tamaño del sensor de los móviles suele ser bastante pequeño en comparación con el de una cámara de fotos reflex o DSLR, por lo que conseguir un efecto bokeh bueno, solo abriendo el diafragma, no es posible. Para ello, los móviles incluyen una opción llamada Modo retrato que emula mediante software el desenfoque que se conseguiría con una cámara reflex.
Velocidad de obturación: Esta opción indica al obturador cuánto tiempo debe permanecer abierto. Cuanto más tiempo permanezca abierto, más luz capturará, por lo que la imagen será más luminosa. Sin embargo, si permanece demasiado tiempo abierto y la luz es demasiado intensa, la fotografía saldrá quemada, además para largas exposiciones, es necesario utilizar un trípode, ya que si no la fotografía final saldrá movida. La velocidad de obturación también da mucho juego a la hora de hacer fotografía nocturna y/o fotos artísticas donde queramos mostrar la estela de objetos, por ejemplo de estrellas o el movimiento de los coches, como podéis ver en el siguiente ejemplo:
Balance de blancos: Nos permite equilibrar los niveles de los colores rojo, verde y azul (RGB) con el objetivo de conseguir que la parte con más brillo en la imagen aparezca lo más blanco posible, y la menos brillante como negro. Esta opción también determina la «temperatura» de nuestra fotografía. Los toques azulados le dan a la imagen un tono más frío, mientras que los más rojizos dan un toque más cálido. Una buena guía para seleccionar el correcto balance de blancos la podéis encontrar en la siguiente imagen:
Enfoque: Determina si nuestra fotografía saldrá o no nítida. Una fotografía desenfocada es de las peores cosas que nos puede pasar a la hora de hacer una fotografía, puesto que será casi imposible corregirla. Para evitarnos sorpresas desagradables al volver a casa después de una sesión fotográfica, es importante hacer un buen uso del enfoque. Todos los smartphones modernos, incluyen una opción de auto enfoque que nos salvará en la mayoría de las ocasiones. Hay dos modos de enfoque automático, AF-S usado cuando el objeto a fotografiar está inmóvil y AF-C cuando el objeto está en movimiento. Por último, está el modo de enfoque manual, que nos permite hacerlo manualmente.
Por último os dejamos algunos links interesantes con consejos y cómo activar el modo pro en función de la marca del smartphone:
Esperemos que con esto, os animéis a probar el modo pro de la cámara de vuestro smartphone.